| Contactanos | Agreganos a tus Favoritos | Hacenos tu Página de inicio |

Historia de Guachín, capítulo 7

MENU PRINCIPAL

Suscribite para recibir las novedades de

fiat 800 spider.com.ar:



Capítulo 7

Final de un período, y primer balance

El calendario indicaba el inicio del último trimestre de 1994, mientras iba a pagar la última cuota del precio de compra de Guachín. Esa vez iba a la agencia con una mezcla de sensaciones.. por un lado la bronca de siempre y por otro la alegría de no tener que pasar más por allá. Una persona que no había visto antes por ahí recibió el pago, preguntando (Con una sonrisa que parecía hacer notar que no estaba ni enterado de mi historia con ellos): 'Bueno, ya terminaste.. Y? Qué tal anda la cupecita?' a lo que respondí 'Y, ahora anda mejor, luego de meterle un montón de plata.. la verdad, me re-estafaron con este auto y con su precio..'. Ahí cambió la cara el señor, aunque debo reconocer que tuvo mucha mejor buena voluntad para escucharme y tratar de 'ayudar'.. 'La verdad, no sabía nada. Si no estás conforme traelo y lo cambiás por otro auto'.. 'Bueno, lo voy a pensar, aunque debería ser otro 800 y.. No, está bien, bueno, veo..'. La vacilación no era casual. En mi cabeza afloró la posibilidad de sacarme de encima a Guachín cambiándolo por otro auto.. en todo caso podría luego venderlo, recuperar el dinero y buscar otro 800.. pero pensando en frío mientras volvía al negocio deduje que esa permuta no iba a ser gratis. Además ya me habían garcado una vez así que no tenía garantías de ningún tipo sobre el estado de otro auto.. y varios problemas que Guachín tenía ya estaban resueltos por mí. Terminé por decidirme: Minga les iba a dejar al auto que siempre quise tener! Menos después de tenerlo a mi nombre, la plata que le había metido.. y las satisfacciones que me venía dando, no sólo por sus condiciones particulares sino porque tras seis meses de uso me había vuelto un poco 'adicto al auto', o sea, una de esas personas que si tiene algún problema con el coche y debe prescindir de él, sufre..

Otro motivo me daba ganas y fuerzas para seguir: las charlas y las salidas con mis amigos ya tenían un protagonista más.. uno que me llevaba a todos lados, y a mis amigos también. Fue en ese entonces que nos reunimos una noche de octubre en una radio zonal de Avellaneda, para festejar el aniversario de Lanús BBS, el lugar donde nos 'juntábamos' con la computadora. Como otras veces, estacioné a Guachín donde pude, confiando en las llaves cruz.. y Edgardo me preguntó si no contaba con alguna medida de seguridad adicional. Recordé un corte de corriente escondido en el torpedo, y lo usé. Hasta ahí, todo bien.. incluida una charla inolvidable con Alejandra, la entonces novia de Edgardo, que escuchó con atención y cariño muchas de mis ideas y preocupaciones (No todas relacionadas con mi amigauto). Emprendiendo la vuelta al alba, otra maña de Guachín me sorprendió. No arrancaba.. pero por suerte no estábamos solos. Edgardo y otro Fido-personaje (Gustavo, conocido por casi todos como 'Maldito Bastardo' ) se ofrecieron a empujar, porque mi accionar sobre la llave había extenuado la batería. La operación duró unos minutos que parecieron horas.. y mi Spider seguía sin arrancar. Mis amigos lo empujaron más de dos cuadras infructuosamente, y acompañado por el canto de los pájaros urbanos que parecían saludar al sol que se asomaba, Edgardo me miró fijo y preguntó: 'Bile, sacaste el corte de corriente.. NO?'. Y colorado como un tomate me puse al recordar y reconocer que no era una maña de Guachín lo que impedía su arranque.. Era el dichoso artilugio que -como nunca usaba- olvidé desconectar..

Varios de mis amigos me aconsejaban mejoras, lugares donde consultar por repuestos, talleres.. En fin, trataban de ayudarme. Uno de ellos (Gerardo, compañero de trabajo en el negocio) tenía el dato de un chapista 'para recomendar'.. y como se acercaba la fecha de mi cumpleaños -a fines de noviembre de 1994- decidí hacerle algo a Guachín para llegar a ese día 'más presentable'. Los zócalos pedían el cambio cuanto antes, los aros de las ópticas delanteras tenían una vista muy fea (En su tiempo algún chapista le sacó las lengüetitas de enganche superior y estaban atornillados. Cuando lo compré no quedaba tan mal, pero luego conseguí unas ópticas nuevas y al ponérselas quedaron horrendas) y la puerta derecha con su llave cruz habían empezado a mañerear.. entre otros detalles. Pero a la recomendación de Gerardo se sumaba mi experiencia con Orlando, el chapista recomendado por don Cristóbal, que había sido muy satisfactoria.. y sinceramente me puse a dudar sobre quién haría el trabajo. Gerardo insistía tooodos los días con José, 'su pollo', y al final, en un par de días en los que tuve que faltar al trabajo por una uña encarnada, pensé bien.. y decidí hacerle caso a mi amigo.

Yo sé que una recomendación NO es una garantía.. Pero odio recordar que me fue muy mal con José.. y que fue porque le hice caso a un consejo dado con buenas intenciones y no tan buenos resultados. La cuestión es que el tipo no cumplió, ni en tiempo ni en forma, con lo que acordamos. Al punto que pasé mi cumple con mis amigos y mi auto pintado con impresión.. y un par de semanas después, lo retiré bien pintado pero con la puerta en las mismas condiciones en que estaba (Según el responsable del trabajo, había que cerrar con la llave cruz y presionar la puerta con una rodilla a la vez.. En serio! Esa fue su explicación) y otros detalles más, 'a solucionar'. En fin, tiempo y dinero se habían ido.. y mi auto quedó en algunos aspectos mejor..

Guachín y yo no llegaríamos a fin de año sin sobresaltos. El arranque volvía de a poco a tener fallas y culpé a la joven e ignota batería, aunque ahora a la distancia pienso que quizás se vio afectada por dos causas: alguna falla del dínamo que no daba suficiente carga, y mi inexperiencia para manejar un cargador propiedad de mi viejo que me sacó de un problema varias veces.. a costa de una disminución de su vida útil. Encima el 'trepidar' volvió a aparecer misteriosamente, obligándome a acelerar más de la cuenta en cada salida de parado.. y preocupándome, porque en teoría era cosa del pasado.

Quizás esa maldita falla tuvo que ver con un accidente que tuvimos justo el 25 de diciembre, en la tarde de la navidad. Si mal no recuerdo, estábamos yendo a casa de la hermana de Edgardo y en una esquina semaforizada, la luz roja nos detuvo. Cuando la verde nos invitó a seguir, tuve que acelerar un poco más de la cuenta para evitar el 'trepidar' y distraje un segundo la vista de la calle.. un instante nomás, el tiempo suficiente para no ver un ciclomotor que venía a contramano y que 'rebotó' contra la uña derecha del paragolpes delantero. Afortunadamente al conductor de la motito no le pasó nada y enseguida se incorporó, mientras yo me asomaba por el marco del parabrisas para hacerle notar su infracción en buenos términos: 'Pasaste en rojo, papá!' y 'Perdoná, fiera..' fueron las dos frases que cruzamos, antes de que siguiera su camino porque -como habrán notado- su vehículo no había sufrido daños grandes por consecuencia del impacto. Guachín tampoco salió muy perjudicado, un rayón no muy profundo en la pintura y la pérdida de la uña que -al ser algo NO original- era un golpe "donde no dolía mucho".. Sin embargo, el instante del choque fue bastante feo y no se lo deseo a nadie. Así llegamos al fin de 1994, con varias anécdotas en mi haber y las ganas de más, mucho más, a bordo de mi amigauto..

 

Próximo capítulo         Inicio de la historia          Menú principal



| Contactanos |
Agreganos a tus Favoritos | Hacenos tu Página de inicio |
 
Copyright © 2001 - Fiat800spider.com.ar. Todos los Derechos Reservados.
Ultima Actualización Lunes, 11 de Octubre de 2004