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Alguien dijo que las
ideas no tienen dueño.. y tenía razón. Este sencillo tip fue
redactado hace unos tres años y formaba parte de un proyecto de
revista para el club del que fuí tesorero y socio fundador. Una revista que iba a
llamarse "La laureada" y quedó en suspenso porque nadie
quiso colaborar con Kari y conmigo (Aunque más de un nabo se la
pasaba preguntando "Y? la revista para cuándo?"). Cuando
dejamos el club apareció un tiempo más tarde un boletín que tuvo -Oh! Casualidad..-
el mismo nombre que habíamos pensado Kari y yo..
Originales los muchachos, MUY originales.. me pregunto si nos
habrán nombrado en los créditos aunque si se tomaron el trabajo de
"borrarnos" de la historia del club, la respuesta es
obvia. Iluso de mí.. En fin.. la historia, historia es. Vamos a lo interesante:
El distribuidor
(Parte del motor que se ve en la foto) lleva en su interior a una laminita metálica,
que en conjunto con una leva forma un par de contactos llamados "Platinos". Se los llama así,
aunque nada tienen que ver con el noble y caro metal y forman parte
del sistema de encendido, del cual hablaremos alguna vez
en detalle (Por ahora, lo más importante es una solución puntual,
a un problema puntual). Como trabajan
en forma permanente (Abriéndose y cerrándose) están expuestos a
rotura por uso normal, y en ese caso el motor ni arranca. Mi
recomendación entonces, es llevar encima del auto un juego de
platinos nuevo porque si bien no se rompen seguido, nunca
"avisan antes".. Hay unas cuantas marcas en el mercado,
pero de acuerdo a mi experiencia, los mejores son los Doduco
(Alemanes). La separación entre los dos
contactos cuando están abiertos del todo es la famosa "luz de
platinos", y si es demasiado distinta a la especificada de
fábrica se producen una serie de fallos como el ralenti muy bajo,
deficiente aceleración y pistoneo a bajas RPM. Entonces, ante esos síntomas, lo primero que deberíamos hacer es
verificar la dichosa luz. ¿Cómo? De la siguiente forma.. Con
el motor apagado y el capot levantado, sacamos la tapa del
distribuidor, aflojando las dos trabas laterales. Sacamos el rotor,
tirándolo hacia arriba con firmeza y ponemos el auto en cuarta
velocidad. Hecho esto, deberemos empujarlo un poco hacia adelante o
hacia atrás (Según donde esté parado) hasta que el eje del
distribuidor abra por completo los
contactos. La separación en ese
momento -o sea, la luz- deberá estar entre 0.47 y 0.53 milímetros. Si la luz es
mayor, o menor, deberemos regularla. Lo ideal sería usar una sonda
de la medida exacta, pero en la práctica queda demostrado que
"a ojo" el resultado no varía en forma significativa..
con un destornillador plano de medida adecuada aflojaremos entonces
el tornillo que ajusta la leva de los platinos. Esta pieza suele
estar muy apretada (Si no, los platinos se descalibrarían muy
seguido..) por lo que recomiendo poner atención, firmeza y ganas
para desajustarla sin hacer mella. Una vez floja la leva, deberá
moverse muy suavemente hasta que la luz sea de la medida adecuada, a
ojo o con la sonda colocada. El resto del ajuste se limita a apretar
fuertemente el tornillo de la leva, colocando nuevamente el rotor y
la tapa del distribuidor como paso final. Este
sencillo procedimiento puede ser la solución cuando el motor
"falla", en ralenti o al acelerar. Sin embargo, si el mal
funcionamiento persiste puede ser a causa de otras anomalías, las
que con tiempo y paciencia iremos "estudiando". Ante
cualquier duda surgida de la lectura de este artículo, no dudes en Contactarnos
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Actualización Jueves, 05 de Diciembre de 2002
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